El hijo de Vince intentó hacerse del control de RAW, pero para hacerlo primero tenía que pasar por una difícil aduana, The Undertaker en un combate en Hell in a Cell dentro de Wrestlemania XXXII
Nunca fue un duelo sencillo. Desde el inicio ambos gladiadores intentaron diezmar a su rival, incluso usaron la escalinata del ring como arma, así como un bote de basura que sirvió a Shane para castigar a su rival con un vuelo de “costa a costa”.
El combate terminó fuera de la celda, cuando Shane cortó los remaches una de las paredes y Undertaker se lanzó contra su rival y rompió el enrejado. Después Undertaker amenazó con un “Tombstone Piledriver” sobre una de las mesas de comentaristas, aunque Shane respondió con un mataleón. Sin embargo, Taker se dejó caer simplemente.
Shane reaccionó y atacó con una caja de herramientas al Hombre Muerto y lo dejó sobre una mesa, para sorpresa de todos, el heredero de los McMahon subió a la estructura de seis metros y se lanzó con un codazo, pero Undertaker se quitó evitando el golpe.
Esto definió todo, ya que el castigo fue demasiado para Shane, quien finalmente recibió un “Tombstone Piledriver” en el ring, del cual ya no pudo reponerse y terminó cayendo.
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