Los últimos informes indican que la idea de enfrentar a Daniel Bryan con Roman Reigns se decidió recientemente, después del evento Royal Rumble, y es que los planes iban a ser otros en el evento WWE Fastlane de este mes.
Las webs americanas apuntan a que originalmente se planeó que Reigns lucharía ante un top heel, posiblemente Big Show, mientras que Bryan iba a caer frente a Bray Wyatt para ponerlo más over de cara a su combate contra Undertaker en Wrestlemania 31.
De todos modos, parece que el rumbo seguirá siendo el mismo y Reigns saldría triunfante de Fastlane para verse las caras con Brock Lesnar por el campeonato pesos pesados de la WWE.
En cuanto a Bryan, se estima que su rivalidad con Dolph Ziggler verá la luz una vez haber "perdido" su oportunidad, por lo cual todo continuará como se planeó inicialmente.
Evidentemente, este abrupto cambio de planes se debió a una estrategia de la compañía para calmar los humos de los aficionados respecto al main event del evento magno y hacer conectar más al público con el contendiente.
Y para bajar aún más las esperanzas (para algunos), subrayar que Reigns es la superestrella más promocionada -en los camiones de transporte, afiches y demás- de Wrestlemania y, cuando se le preguntó a fuentes internas de la empresa respecto al tema, se replicó que la impresión es que Reigns luchará frente a Lesnar en trigésima primera edición del gran evento.
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